martes, 25 de abril de 2006

Carta de amor casi enviada a un amor que nunca fue, a proposito del próximo fin de mes y una celebración de cumpleaños a la que no me invitarán...


Otoño en Santiago
No puede una salirse del tono que corresponde a un momento como este, puedo elegir este día y abandonarme a lo que siento. Aún me encuentro sorprendida de las cosas que te dije, porque nunca pensé que terminaría así. Ahora, en este minuto me debato entre una pena inmensa y una suerte de alivio, imagino que así debe sentirse una cuando muere alguien que has querido luego de una larga enfermedad...De fondo un bolero me recuerda "...que es más vergonzoso no saber amar", hum, si pero supongo que no corresponde que yo cante hoy que sigas la corriente y me quieras más.
Ha sido largo este aprendizaje, este, el del respeto y el del amarte, aun no sé que empieza a pasar conmigo desde ahora, la verdad no sé. No sé si me voy a recuperar o esto de cambiar lo nuestro sea la forma de huida que elegí para seguir en mi batalla cotidiana, no sé ni sé bien por qué, de nuevo escribo. Escribo porque me da miedo el lugar que pueden ocupar los silencios y las noches en que te anhele y sepa que yo escogí el no tenerte, me asusta, me remueve. Aún así me dejo llevar por esta opción, por mí y por ti también, pero sé que quizás este está siendo mi acto más egoísta, y desde aquí tengo que mirar a lo que venga.
Anoche como nunca el trayecto de regreso a casa fue largo, como una proyección de nuestra despedida, y mientras recorría la ciudad, unas palabra que me hicieron sentido, otro amante despidiéndose, "no te vas, te llevo dentro". En mi ilusión quiero creer que puede ser así, sé que por más que parezca que lo deseo, no voy a buscar olvidarte, ni pretender que esto no ha pasado, que no te amo, que no te querré más, que esto no debiera haber pasado. Como dije, como siento en el fondo, yo quise tenerte, amarte y estar como se puede y se debe cuando uno ama, yo no tengo duda de que te puedo hacer feliz, y aunque resulte pretencioso, aunque parezca exagerado, yo lo sé, y no me espanta decirlo. Pero me faltó un poco de coraje, tal vez, por dejarte, y a ti por no dejarme amarte.
Te lloro, me siento como la novia que abandonaron en el altar, que nunca va a saber que pasó, porque ella hizo todo, todo lo que podía y porque se quedó sola, Entonces por despecho, se busca a otro y repara, arma su corazón de nuevo, se acoraza se defiende y continúa, pero sin embargo guarda su vestido, lo protege del polvo y cada cierto tiempo lo saca de donde lo conserva y lo mira con tristeza y añoranza.
Esa es mi pena, lo que no fue, lo del desencuentro y desde esa pena me gustaría consolarme creyendo que a ti puede pasarte un poco lo mismo, que en fooooooooondo tú también me amas, me amaste un poco. Pero eso como tantas otras cosas forman parte de lo tuyo, de lo que solamente tú sabes y puedes confesarte a ti mismo, no a mi.
Siento que hubo un lugar secreto donde tu risa aparecía, un lugar del cual solo tú y yo nos enteramos y ene se lugar sucedieron imposibles, fue a ese lugar donde la oscuridad nos convocó y pude descubrir maravillas en el silencio. Esa lugar fue mi redención y mi extravío, un espacio donde pude ser yo, donde me permití no preocuparme, no aparentar y decir, decir tanto y hacer lo que me indicaron el instinto y la locura.
Y aquí estoy querido, escribiéndote de esta manera que pretende ser dulce, por última vez. Haciendo el ritual necesario para decirle adiós a mi amor. A ti, mi bien, que no fuiste para mi, sabiendo que empiezo otro tiempo, que espero sea bueno, que necesito así lo sea.
Te llevo dentro, te tengo pegado a mi piel, y en lugares que son tuyos. Hay un sitio en mi cuerpo que siento no deja de reclamar tu presencia, un lugar que convoca el calor y la soltura, un anhelo no cumplido, que se pospone indefinidamente, en un ser de otra forma en un querer de otros colores.
Si de algo sirve, mi confianza es tuya, mi respeto, mi ternura y mi amistad no se pierden, no dejan de ser para ti, quiero creer que te veré nuevamente para comentar el orden mundial, el desorden aparente de la guerra, tu vida o mis desaciertos cotidianos. Quiero saber que todo sigue caminando, aunque vuelva a saberte desde tu cuerpo, quiero saber que todo sigue caminando, comprobar que esto no es terrible, quiero pensar que ahora las cosas serán diferentes. Esa es mi apuesta, acceder a las cosas que si puedo tener de ti y que no me dañen y que no nos duelan, que no nos consuman. Y también quiero la gracia que de alguna forma me concede tu presencia, y es una gracia, este habernos encontrado, porque me siento satisfecha de saber que existes, con esa manera tan especial de ser, que tú eres mi amigo, aunque no sepamos nada el uno de otro. Que nunca podré dejar de confiar en ti, que eres un buen hombre, aunque tengas toda esa complejidad que te aleja.
Y bien, podría seguir en esto de decirte cosas, pero es necesario que de paso a un silencio que selle esta etapa, para que empiece a decantar, ya nos veremos por ahí, y quien sabe, espero poder sostener mi mirada frente a tí, controlar mis deseos y sublimarlos, como sabes si escribo por fin la obra cumbre y descubro que esta historia merece ser contada...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

pensandolo bien cuantas cartas quedan sin mandar? No hay respuestas a esto...bueno quizas si...creo que el ultimo poema que deje en el blog de Faracita quizas es una puerta a esta biblioteca!
Una vez que pasas por esa linea invisible ya no hay regreso... da tu proximo paso, firme, adelante sin miedo. Y si miras atraz deja las cartas que flotan en el aire tranquilas. A la larga es mejor... recordarlas, que es lo que estas haciendo para seguir tu camino.
mrx

Anónimo dijo...

Mi negra, tengo una infinita confianza en usted. A partir de lo que soy, de lo que el miedo ha hecho de mí, siempre (de alguna manera) estaremos cerca.

J

Siempre dijo...

Siempre es una manera de estar, aunque nada es para siempre, felicidades.

Siempre dijo...

mrx¿cómo estás?.
Siempre

Anónimo dijo...

Siempre pensando, siempre leyendo, siempre escribiendo...siempre de todo..siempre con mas ideas..como diria Alejandra Pizarnik?..ah...

Desnudo soñando una noche solar.
He yacido días animales.
El viento y la lluvia me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en un muro.

pero solo es pasajero (podria ser el fin de este poema..lo sencillo siempre dice mas..a veces).. te escribo pronto..
mrx

Siempre dijo...

Mrx, gracias, bello lo que escribes.
Yo, estoy concibiendo un post nuclear de origen, y ufffffffff, me tiene agotada.
Estoy tambien en lo otro, aportes quedaron registrados. El próximo fin de será para eso espero, ¿cuál o quién será el primero?

Anónimo dijo...

me conmovió este post.
quizas porque, aún siendo tuyo, tan tuyo, la autoreferencia me refleja en los ojos, al identificar el momento del vacío elástico del desencuentro...que gira y gira en un espiral sin sentido, hasta que de nuevo nos convertimos en una hoja en limpio-que-se-desencuentra-otra-vez... y otra vez revivimos aquél instante lejano que definitvamente quedó con el marcador de páginas atorado.

en fin. saludos :)
y si...2066 es increible.