Apuntes para tu viaje querida Ale

No alcancé a contarte el sentido que me hizo el Nushu (otra conversación que debemos retomar). Ahora te cuento un poco porque me habla de nosotras. El lenguaje secreto de las mujeres en China.

Durante muchos años (algun+s dicen que más de 3000) las mujeres de la etnia Yao, desarrollaron una manera comunicarse, era una escritura secreta y que solo tenía el sentido de acompañarse en los días duros que les tocaban, la expresión de lo que había en sus cuerpos de soledades y pequeñas rutinas aplastantes. Se escribían y se bordaban los caracteres en abanicos, pañuelos y otras labores, los códigos se iban traspasando de generación en generación. A los hombres no les interesaba saber.

Pienso en nuestras otras madrugadas, y recuerdo para ti ahora que te vas allá tan lejos a buscar un sitio para la calma y la creación.

Ahora mientras escribo me acompaña tu imagen en risa, el destello de tus ojos tristes y profundos; que me miraron tantas veces de manera comprensiva. Mi compañera de alma, compañera de lo oscuro y el dolor, de los desvaríos, de las letras, de la ternura… de los misterios…de la pena y la recuperación.

Compartiste conmigo el té de la alambra y el mate argentino, fuimos un poco napolitanas y poetas perdidas en tardes largas recorriendo la ciudad, caminando juntas, donde tentamos teorías de amores rotos, jugamos a sabernos fuertes. Nos acompañamos, nos encontramos, y ahora me entristece pensar que parte de mi mundo se aleja aunque eso es una manera de decir porque se que no te perderé, porque este momento que se te viene es tan merecido y se que estarás bien, y que sabes que estoy acá a un clic, a un mail, a un poema de acompañarte mi querida.

La historia es hermosa, llena de significados y enseñanzas, como la nuestra y hay una frase que quiero compartir “Todas las mujeres de la tierra son una familia” recuérdalo.