*Extasis (Tere Pastoriza)(A todas las queridas mujeres que visitan este blog, a las amigas que vienen y extraño porque están al otro lado del mar , a las que están presentes en el cada día, a todas utedes desde mi más profundo amor este texto rescatado de las memorias de días pasados) El primer y más necesario amor: ese debe ser para mí, para mis días, para mis dolores.
La sola existencia y reconocimiento de ese amor es la que me permite ser mujer amada, deseada, sentida, me permite ser mejor, nueva, dispuesta, luminosa y toda un sol.
Ese primer amor me remite a una obligación: buscarlo, rastrearlo, perseguirlo. Ese primer amor anida en algún lugar de tus desvaríos, ese primer amor... de ser hallado, es el que propicia que los otros amores surjan, permanezcan y se queden; ese amor es el que ahora mis hermosas amigas, precisamos.
Es un amor que a veces se nos vuelve esquivo y nunca somos capaces de otorgarle la verdadera relevancia que posee. Abandonamos su búsqueda en pos de “los otros amores”: vamos a “otros” traicionando a ese primer amor pensando que “esos amores” pueden ocupar el lugar de ese primer amor... Pretendemos que en otros se encuentra lo que una precisa y el hecho de descubrir que no es así, muchas veces marca un sino trágico: nos sentimos perdidas, solas, abandonadas, como si en el darnos a esos amores se nos hubiese quitado algo que alguna vez tuvimos...
Si no tenemos ese otro “amor” se trasluce, se devela, se expresa, queda en evidencia esta carencia. Recorremos la vida, cual animalitos heridos, recelosas y desanimadas; La esperanza se nos pierde en alguna añeja historia de maltrato, le asignamos un tremendo valor a nuestros fracasos y perdemos el norte recreándonos en las tragedias del daño, no “somos capaces” o mejor dicho, nos sentimos no capaces. Y puchas, el tremendo desafío: El de “ser”, ser lo que queremos, en esa dimensión debemos luchar: por lo que creemos, por lo que aspiramos a lograr, por cada día acercarnos más a la imagen de esa mujer que deseamos llegar a ser. En algún lugar primario de nosotras anida la maravilla y la oscuridad; en la maravilla nos regocijamos cuando un “otro” llega a vernos, cuando sentimos que alguien es capaz de “amarnos”, mas tantas veces se nos pronuncia lo oscuro y pensamos que no podemos, que no tenemos nada que dar, que nuestros obsequios fueron rechazados y minimizados. Entonces nos caemos a un pozo que de tan profundo nos hace creer que no lograremos salir de él. Es el pozo de la soledad, del miedo, del temor, es el pozo del no querer, del mal amor... Y nos seduce y nos convoca a detenernos: es más fácil no amar, siempre es más fácil no ir hacia los desafíos y quedarse...quedarse en la pérdida, en el no saber “como sería si...” y nuestra posibilidad de ser felices no está en nadie más que en nosotras mismas, en la medida que le damos a otros el poder de erigirse en nuestra meta, ahí mismo sellamos la imposibilidad del encuentro.Por eso hoy las convoco a ustedes, a mis bellas compañeras de ruta, a mis mujeres, a las que me han hecho sentir que es posible creer en la compañía, la confianza y los sueños. Cada una de ustedes, con su particular forma de entrar en el juego de la vida, con su especial manera de arrimarse a la esperanza, están a mi lado: ninguna de nosotras sabe más que la otra, pero me queda la certeza de que en la secreta complicidad que compartimos se pueden hallar claves, pistas, designios que nos han pertenecido desde siempre y que hoy duermen por ahí esperando que volvamos a apropiarnos... esa es la invitación. Recuperar nuestro primer amor.
De la primavera del 2003.
Por la edición, gracias sade
11 comentarios:
Uff fue hace tanto tiempo, y hoy con el malbec que tengo encima, tarde, como siempre haciendo una y mil cosas pero con el vinito encima, no te puedo decir, que mal portada, cual fue el primero!.
La verdad, no se cual fue el primero!! mmm, lo pienso y te contesto pero fue es verdad hace tiempo.
Y a este punto, te diria uqe cada uno que he vivido, ha sido como el primero, todos han sido y son siempre muy intensos.
Besos medios borrachos pero contentos esta noche
Petra
Gracias x su mensajito de las buenas noches..como te dije...portate mal, mal a lo petruciento, y tome su lechecita para seguir portandose pesimo manana. Uno no sabe x cuanto tiempo estamos x aqui.
Y uno no sabe cual es el verdadero, asi que mas bien vivamos a todos, como si lo fueran o como si fueran el primero.
jaja
Grandeeee el malbec
Petra con unas copitas de mas y el cuchillo, perdon la pluma en la mano...
Mi querida, el tema muy íntimo, para cada quien habrá de ser distinto.
Me costó un tantito leerlo, pero puede que sea yo.
Habrá de existir un primer amor, para saber que somos capaces. Pero todos han de ser distintos, como un primero, que nos permitan sorprender y ser sorprendidos... para seguir amando.
El único bien que se usa, y se usa, y se usa, y se usa... y mientras más se usa más crece, es el amor... al menos de los que yo conozco.
Besos, y besos, y besos, y besos..., ..., ..., ...
Nanai, nanai... sana, sana, colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana.
Besitos pa'que no le lela...
a churrrrra! un post de autoayuda al mas puro estilo de la louise hay
saludos
Siempre el sur, siempre tu
y yo que todavíalo traigo conmigo... besos hermosa!!!!
:)))
está tan lindo, tan lindo, tan lindo, niña!!!
Estoy de acuerdo, entre todas podemos sabernos, encontrarnos, conocernos.
un abrazo muy cálido desde el norte
y
Me hiciste pensar. Pensar en el miedo que me embarga cuando algo nuevo empieza, cuando una relación se empieza a gestar y el pánico al dolor que causó el primer amor. Y a veces pienso, no será mejor quedarme sola como estoy y evitarme todos los otros dolores de cabeza, pero otra parte de mi, quiere enfrentar el riesgo y el desafío...
Hoy, 1 de febrero, leo este post, tengo mucho que decir, asi que mejor guardo silencio, a cambio te obsequio este escrito que a mi me parece oportuno (No solo tus mujeres saben de que estas hablando...)
Réquiem por el mal amor
Por Arturo Guerrero
No retengas a un amor que no tenga esperanza. Déjalo marcharse antes de que la inquina engendre en tus entrañas la hiel inconsciente que cobra cuentas atrasadas. El amor guarda un pacto con la realidad y esa alianza es inviolable. De ahí que sea imperativo andar con la piel a pocos milímetros de esa realidad.
Si lo real es que el amor se transformó en costumbre, en amistad, en comodidad, entonces es preciso advertir las consecuencias que esta mutación conlleva y no seguir engañando al sí mismo, a la sociedad y al mundo con una fachada endeble y mortecina.
Si el amor ha de ser uno, único, pleno e incondicional desde su primera revelación, así debe mantenerse en las etapas sucesivas, por encima de las vacilaciones del tiempo y de los derruimientos de la materia. Si en alguna de esas etapas el amor se quiebra o se convierte en otra cosa, lo saludable es reconocer su nueva máscara y actuar en consonancia con el nuevo habitante de entre casa.
La porfía no es manera adecuada cuando en el fondo de la conciencia surge la certeza de la muerte del genuino amor. Hay que dejarlo irse, al menos para salvar los subproductos que suelen agregarse luego de extinguida la candela. Los dos seres se conocen demasiado, han rastreado los lugares donde queda el mal, han establecido lazos de ternura que los pueden acompañar el resto de sus vidas. De ahí que valga la pena salir del amor con delicadeza y gratitud.
El deseo inicial indica que el destino natural del amor es la eternidad. Pero los amantes a menudo confunden la eternidad profunda con aquella que no se deja medir en la línea difusa del tiempo. Ellos han conquistado eternidades cada vez que llegaron al éxtasis, y por ellas deben darse por servidos. En cuando a la duración en los años, el amor es un albur, un decreto superior, que no siempre favorece a los amantes.
Por eso es bueno atisbar los signos del desmoronamiento, para no aferrarse a una brasa que ya no logra elevar llamas. Si se es fiel a la pureza y a la intensidad del amor, otro gran amor sobrevendrá al primero, y de la muerte se multiplicará la vida entera. El réquiem por el mal amor es el saludo esperanzado al rebrote del único combustible que derrota a la muerte.
Publicar un comentario