Para una vieja amiga que parte
PARA UNA JOVEN AMIGA QUE INTENTO QUITARSE LA VIDA
me gustaría ser un nido si fueras un pajarito
me gustaría ser una bufanda si fueras un cuello y tuvieras frío
si fueras música yo sería un oído
si fueras agua yo sería un vaso
si fueras luz yo sería un ojo
si fueras pie yo sería un calcetín
si fueras el mar yo sería una playa
y si fueras todavía el mar yo sería un pez
y nadaría por ti
y si fueras el mar yo sería sal
y si yo fuera sal
tú serías una lechuga
una palta o al menos un huevo frito
y si tú fueras un huevo frito
yo sería un pedazo de pan
y si yo fuera un pedazo de pan
tú serías mantequilla o mermelada
y si tú fueras mermelada
yo sería el durazno de la mermelada
y si yo fuera un durazno
tú serías un árbol
y si tú fueras un árbol
yo sería tu savia y correría
por tus brazos como sangre
y si yo fuera sangre
viviría en tu corazón.
Claudio Bertoni
Ha sido el tiempo de las despedidas, no me gusta despedirme. Pero despedirse supone que alguna vez hubo encuentro, entonces las despedidas suponen que una se encontró.
Y si ya se encontró una vez, después de perderse un tiempito volverá a encontrarse. Y pare despedirse una se tiene que encontrar, para después despedirse y Así ocurrirá con nosotras en las próxima tarde antes de despedirnos, así va a ser, no creo que podamos ir a caminar, porque faltará tiempo; probablemente ordenaremos tus maletas mientras hablamos de lo posible, de lo que viene, de nosotras, de ti y de mi, de todos estos años en que hemos estado tan cerca. Y mientras tú hables yo me iré haciendo un lugarcito dentro para retener cada minuto que pasemos juntas, porque en ti hay tanta verdad y tanto amor, y no quiero dejar escapar eso. ¿Te lo he dicho antes? En ti hay tanto amor. Y yo lo he sentido, lo siento y cuando me siento cansada, cuando los pesares me agobian, cuando me asaltan las horas oscuras, me acuerdo de ti. Y de que has sido para mi todo lo que dice el poema. Porque has sabido ser mi mejor cuidadora, la mano más extendida, la que me ha acompañado a todas, la mejor sonrisa, no hubiese sido mejor si hubiéramos nacido de la misma madre. Recordar que llegaste cuando más lo necesitaba para no salir nunca más de mi vida. Y saber que hemos podido construir algo más que confianza; mi querida, es un regalo. Estás acá, ahora, mientras vuelvo a la casa oscura a la que una tarde llegaste para salvarme llenando mi cabeza de sueños posibles de realizar, haciendo honor a tu capacidad de guerrera, abriéndote camino en mi tristeza profunda, mostrándome la posibilidad de ser más y mejor, sin juzgarme y con una ternura inigualable. Marcaste un comienzo, fuiste la luz en medio de la pesadumbre, fuiste el ejemplo de que siempre se puede más. Compartimos el agua y la sal, dibujamos el mundo con nuestras palabras, fuiste la leche para mi hijo, y le diste nanas a mi alma cansada, estuviste a mi lado cuando no podía ni me atrevía a pedir nada de tanto miedo que me embargaba. Viste amor cuando yo pensaba que no se podía, estuviste ahí y no quiero que dejes de estar nunca, eres mi hermana escogida en esta vida, eres una luz que me guía y donde quiera que estemos la una y la otra siempre seremos dos que se aman, dos que se tienen tanto, que pudimos dejar de lado la muerte y abrazar la vida. Porque en ti hay tanto amor y verdad que no perderé nunca tu mirada y seguirás siendo responsable de que esté viva como lo seré yo de que tú lo sigas estando.